4 tipos de antojos

Ya he hablado mucho de los antojos en mi blog, en ebooks y en mis libros, pero quería volver a retomar el tema porque a lo largo de los últimos años en los que he conocido a tantas mujeres (y algunos hombres) con antojos me he dado cuenta de una clasificación de tipos de antojos que quería compartir contigo para ver si te ayudo a entender más la finalidad de estos mensajeros que te vienen a decir que algo está ocurriendo en ti más allá de la comida.

Antojos por deficiencias nutricionales

Este tipo de antojos se dan cuando el cuerpo pide (a veces de manera extraña) algún tipo de micro o macronutriente que le falta. Todos sabemos que el chocolate, o el cacao, contiene muchos minerales. ¿Qué pasaría entonces si en lugar de estar todo el día comiendo chocolate balanceásemos la dieta con una rica y variada cantidad de minerales? Los antojos por esta deficiencia nutricional desaparecería.

¿No es cierto que en verano tenemos antojos de sandía, gazpacho, helados, refrescos y granizados? Es nuestro cuerpo con una deficiencia de hidratación que lo manifiesta con antojos nutricionales que nosotros asociamos a los alimentos que más nos gustan. A mi, por ejemplo, no me gustan la mayoría de helados y siento los antojos por falta de hidratación con las ansias y deseos por tomar sandía y melón. Me acuerdo incluso que cuando no podía digerir el melón pero tenía antojos por falta de deshidratación que me daba igual en ese momento encontrarme mal por culpa de haber comido melón. Así que si te gustan todos los helados, los saludables y los que no, si tienes antojos por falta de hidratación terminarás comiendo el helado no saludable.

Hay muchas personas que cuando siguen una alimentación saludable tienen antojos por frutos secos, un tipo de alimento con muchísimos minerales.

Si tus antojos son por deficiencias nutricionales es importante que te pongas en manos de un profesional que te pueda ayudar a comer de manera sana y equilibrada, hacerte unos análisis completos y poder descubrir cuáles son los nutrientes que te faltan para cubrirlos de manera saludable.

PD: Aquí podríamos incluir los antojos debidos a desajustes hormonales, ya que crean un desbalance de las necesidad de micronutrientes. Tienes que poder adaptar la dieta a tus necesidades del momento hormonal que estés pasando.

Antojos por necesidad de descompresión

Muchas veces lo que hay detrás de un antojo es el deseo y la necesidad emocional de desconectar de los problemas y reducir el estrés, así que más o menos conscientemente se busca perder la energía para poder dormir y no pensar en nada.

Normalmente cuando los antojos son de este tipo la personas lo que consume son alimentos con un alto índice glucémico, ya sean carbohidratos como la pasta y el pan, azúcar, bollería, alcohol, comida basura y alimentos fritos.

Tu reto si tienes antojos por necesidad de descompresión es aprender técnicas y herramientas de autogestión emocional y del estrés. Puedes probar con incorporar a tu vida un momento para meditar, reducir tu jornada laboral, hacer deporte, quedar más con tus amigos, hacer planes aventureros con tu pareja o cortar con aquello que te genere estrés y que no tiene porque seguir en tu vida, por ejemplo.

Antojos por vacío espiritual y falta de amor

Estos antojos se dan cuando la persona siente que no ha encontrado su propósito, se siente sola por dentro, desorientada, perdida y desconectada de su esencia.

Dependiendo después del tipo de alimentos que le hagan sentir llena tendrá antojos por una cosa u otra, aunque normalmente será por alimentos con sabor dulce (los dátiles si sigues una alimentación saludable, seguramente) porque se asocian al amor con el que no consiguen conectar pero que tanto necesitan.

Te reto entonces a que te conozcas, que reconectes con tu esencia, descubras tu propósito y que busques maneras de darte amor para no buscar en la comida una saciedad de hambre espiritual y de amor que nunca te va a poder dar.

Antojos por nostalgia o asociación

Es muy común tener antojos de alimentos que transportan a momentos de la infancia. Hay personas que incluso no se atreven a hacer cambios en su alimentación porque de alguna manera siguen aferradas a que las cosas sigan como cuando eran pequeñas y tienen miedo a la madurar y a la vida de adultos.

Mis antojos de infancia son saludables porque en mi casa había exigencia por parte de mi madre de llevar una alimentación sana, pero ¿qué ocurre cuando alguien ha crecido en una familia con un tipo de alimentación procesada y muy rica en azúcar o comida basura? Esta persona tiene que aprender a dejar de lado esos antojos por nostalgia o asociación y desprogramarlos o aprender a convivir con ellos sin dejar que se cuelen en su vida.

Me acuerdo yo que un día fui a la playa y vi a un chico comiendo un bocadillo de tortilla y de repente reviví esos días en los que me iba a la playa con mi madre y me comía un bocadillo de tortilla. Y ahora puedes pensar que no le ves ningún problema a esto, pero para mi chocaba con dos cosas: por un lado me había hecho vegana y tenía que saltarme la dieta si quería satisfacer mi antojo, y por otro lado, ya no podía comer ese tipo de bocadillo porque me habían prohibido comer pan con gluten debido a mi intolerancia. Entonces, ¿qué podía hacer? Pues lo que hice fue dejar de considerarme vegana para siempre aunque en mi día a día no comiera huevos pero quería poder comer sin culpa un día una tortilla si me apetecía y por otro lado busqué una panadería que me hicieran un pan sin gluten para bocadillo. Así que un tiempo más tarde pude disfrutar de mi antojos por nostalgia y asociación. Por esto te reto a que si tu tienes antojos de este tipo pero entran en contradicción con tu nuevo estilo de vida busques la manera de poder hacerlo si te hace feliz.

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