El ejercicio físico en una vida SEN

Es importante que encuentres un tipo de ejercicio físico que te guste, te motive, te haga sentir bien y que se ajuste a tus necesidades y estilo de vida, así te apetecerá hacerlo y conseguirás crear un hábito del que no querrás desprenderte nunca más. ¿Cómo puedes encontrar el ejercicio físico adecuado para ti?

1. Mira y observa tu agenda y tu día a día para ver qué día/hora es la más factible de que puedas hacer ejercicio físico. No pienses en qué pasará en tu agenda dentro de dos meses; céntrate en el presente. ¿Qué día/s tienes disponible/s? A qué hora?

2. Sé realista con el tiempo que podrás dedicar al ejercicio, ya sea por limitaciones de tu agenda como por tu condición física actual. Lo importante es moverte, independientemente de si lo haces 30 o 60 minutos, más o menos intenso. Algo es algo. Lo importante es empezar.

3. Decide si puedes o quieres hacer deporte en un gimnasio, con un entrenador, solo o en grupo, a tu aire…

4. Si decides hacerlo en un gimnasio investiga aquellos que estén en tu zona de trabajo o en tu residencia, o también los que haya en el camino de casa al trabajo. Estudia lo que te ofrecen los distintos gimnasios y compara cual se ajusta más a tus necesidades.

5. Si decides hacer deporte por tu cuenta puedes usar internet. Tengo muchos clientes que hacen ejercicio en casa con “monitores” bloggeros que nos regalan vídeos y entrenamientos.

6. Equípate y pasa a la acción. Repito, hagas lo que hagas estará bien. Deja ya de pensar y analizar y decídete por algún tipo de entrenamiento. Si luego no te gusta ya lo cambiarás.

7. Mantén tu día/hora pase lo que pase. No es negociable. Es una tarea igual que lo es limpiar la ropa, comprar, atender a tus hijos, lavarte los dientes… No dejes que nada ni nadie interfiera en esta rutina que te ha costado tanto crear.

8. Para seguir con la motivación recuerda siempre las 10 razones de peso para hacer ejercicio físico. Si lo necesitas escríbelas y déjalas en un lugar visible para que no te olvides que el deporte:

• Te ayuda a mantener tu peso ideal. Si deseas perder peso, la vida sedentaria no te ayudará en absoluto. Mantén tu cuerpo en movimiento lo más que puedas y acompáñalo de una alimentación SEN, eliminando de la dieta los productos procesados y refinados. 

• Te mantiene más joven y saludable. ¿Alguna vez has hecho una excursión y has visto a alguien mucho mayor que tú subiendo más ágil la montaña o 
pedaleando la bici con más fuerza y energía? No es casualidad, seguro que esta persona tiene una rutina de ejercicio desde hace tiempo, que lo hace estar más joven y ágil que tu. Si él puede, ¡tú puedes!
• Ayuda en la creación de la musculatura. No me refiero a convertirte en un “musculman” o una musculwoman”, sino a fortalecer los abdominales y la espalda para poder estar bien erguido/a sin dolores, a tener unas piernas flexibles y fuertes que te permitan viajar y explorar nuevos mundos, y unos brazos firmes para poder levantarte cuando te hayas caído. 

• Genera felicidad. La dopamina es una sustancia química, un neurotransmisor, necesaria para sentir placer y felicidad. La mejor manera de aumentar la producción de dopamina en el cerebro (se pierde a medida que envejecemos) es haciendo ejercicio. 

• Reduce los niveles de estrés. Cuando haces ejercicio estás intentando mantener tu ritmo cardíaco bajo un nivel de estrés elevado; si lo haces de una manera rutinaria consigues que tu cuerpo aprenda a manejarse bajo niveles altos de estrés. 

• Te da energía. Te propongo que cambies el café, la coca-cola, los productos azucarados y los calóricos por el ejercicio. Mientras que estos alimentos te dan una energía falsa y momentánea; el ejercicio te dará energía para todo el día. 

• Aumenta la confianza y seguridad en ti mismo/a. Cuando te miras al espejo y no te gustas te baja la autoestima, y esto afecta a todos los otros aspectos de tu vida. Notar cambios en tu cuerpo gracias al ejercicio te dará motivación para conseguir tus metas y aspiraciones, te hará sentir mejor contigo mismo/a, aumentarás tu confianza, te sentirás fuerte e independiente y, con todo esto, aumentará tu sentimiento de felicidad. 

• Alivia la ansiedad. Estudios recientes demuestran cómo hacer ejercicio en personas que sufren ansiedad puede ser tan beneficioso como la meditación y la psicoterapia, a corto y largo plazo. 

• Combate el insomnio. Desestresarte con el ejercicio físico te permite llegar al momento de conciliar del sueño con menos preocupaciones y tensiones, y a la vez más cansado. Para un buen sueño nada mejor que tener ganas de dormir y hacerlo con la mente liberada. 

• Crea sensación de comunidad. Te relacionas con gente, dejándote de sentir tan aislado e individualizado. Las poblaciones más felices del mundo son aquellas que disfrutan de la vida en comunidad. 


El ejercicio físico es bueno para TODO el mundo, sólo tienes que encontrar el tuyo porque como siempre, existe la Bioindividualidad. No es lo mismo hacer ejercicio con 20 años, que con 30 o 40 o un lunes que estamos a tope de energía que un viernes que estamos deseando descansar. Tenemos necesidades diferentes y el cuerpo evoluciona. Es tan fácil cómo escucharnos más y dejar las modas aparte.

Encerrarte en el gimnasio es una opción, pero quizás lo que necesitas es hacer algo al aire libre. Es verdad que hay clases dirigidas que requieren material que no encontramos fuera del gimnasio, pero si abrimos la mente un poco veremos que hay muchas opciones. Por ejemplo, si te gusta tanto la zumba como a mi lo puedes hacer perfectamente en el medio del bosque. Si te gusta boxear –a mi me encanta- puedes ponerte un saco en casa, en el jardín, como tengo yo, o hacerlo sin saco también en el medio del bosque. También te puedes llevar unas pesas y una comba al bosque y hacer tus ejercicios HIIT. Y no te olvidemos del yoga o el senderismo, que son ideales para hacer en el exterior.

Nadie negará que sea dónde sea el cuerpo necesita moverse y mantenerse activo, porque es una fuente de eliminación de toxinas, de liberación de estrés y de tonificación, lo cuál nos ayudará a subir la autoestima y el sistema inmunológico.

Escucha tu cuerpo cada día. Si un día apetece descansar pues descansa y no pasa nada, que un día te apetece sudar más de lo normal pues genial, querrá decir que el cuerpo tiene necesidad de liberar más toxinas, que otro día quieres salir a andar por el bosque perfecto, tus pulmones necesitaran aire puro, que una tarde te apetece saltar en el mini trampolín en casa pues no sabes la de beneficios que tiene esto para tu sistema linfático y así mil formas diferentes de hacer ejercicio.

Pero recuerda que lo que te aporta la naturaleza en TODOS los sentidos es mucho más que sentirte tonificada y sudada, allí vas a encontrar aire puro, mucho verde, te impregnarás de vitamina D y conectarás con tu esencia más fácilmente.

Y ahora quedarás sorprendida de lo que te voy a explicar.

Estudios de la Universidad de Japón recalcaron que con sólo salir a andar a paso ligero-rápido unos 30 minutos cada día o hacer intervalos de 3min. a paso rápido y 5 min. a paso normal durante 1 hora era y siempre será el mejor ejercicio de todos!

Es fácil de seguir para todo el mundo, no requiere apuntarte a un gimnasio ni un gasto excesivo en material deportivo y se puede hacer acompañada mientras vas hablando de tus cosas. Es ejercicio y terapia a la vez o ejercicio y meditación si vas sola, o ejercicio y liberación del estrés si lo combinas con algún que otro grito 😉

Te animo a andar mucho, y si te apetece lo complementas con el otra actividad. La clave es combinar ejercicio con alimentación saludable, ser positiva y sonreír.

Un fuerte abrazo,

Nuria