Mi experiencia de una semana en Mi Ayuno

Hace más o menos 3 años que conocí el proyecto de Mi Ayuno, un programa diseñado para hacer un retiro durante unos días un entorno agradable, en grupo y bajo supervisión de profesionales, con el fin de eliminar sustancias nocivas que vamos acumulando a lo largo de los años a causa de los malos hábitos de salud y de los excesos en nuestra alimentación, y a la vez mejorar el rendimiento mental y físico. Estuve hablando con una de las personas que estaban detrás del proyecto para poder participar en uno de los programas de ayuno que ofrecían y de esta manera conocernos mútuamente y ver si podíamos colaborar juntos y cómo. Pero no era el momento adecuado, porque por entonces yo justo estaba aprendiendo a nutrirme de verdad en todos los aspectos, centrada en recuperar las menstruaciones a través de la alimentación y las emociones y, además, estaba al cuidado de mi madre, que había caído enferma y dependía mucho de mis cuidados.

Pasado un tiempo tuve una clienta que había estado una semana en uno de los programas de Mi Ayuno, y me habló muy bien de este proyecto. Así que me decidí a recomendar esta experiencia a algunas personas que me preguntaban. Y precisamente hace unos meses me escribió el Director del Programa de Mi Ayuno, Damien, para explicarme que habían tenido un participante que había ido de mi parte y que había tenido una experiencia muy buena. El hombre que participó también me escribió dándome las gracias porque según él esa experiencia le había cambiado la vida.

Decidimos reunirnos con Damien para conocernos en persona y retomar de nuevo la posibilidad de colaborar en algo, de hacer sinergias. El día que quedamos le entregué mi libro Detox SEN para estar sanos por dentro y bellos por fuera a Damien para que pudiera leer mi manera de entender la alimentación, y él me explicó las bases y filosofía que hay detrás del proyecto Mi Ayuno. Como vimos que nuestros proyectos encajaban, fijamos una fecha para ir a vivir la experiencia.

Las fechas que marcamos en el calendario parecían muy lejanas, pero finalmente llegaron, ¡y en el mejor momento! Yo sentía la necesidad de hacer un retiro, un detox mental y emocional, estar en silencio, hacer ejercicio físico al aire libre, tener contacto diario con naturaleza, desconectar de la tecnología,… ¡y esto es lo que iba a vivir durante 6 días!

Unos días antes Miriam Palmero, la mujer que se encarga de atención al cliente, me envió un email con toda la información de lo que necesitaba, una dieta para realizar los días previos y posteriores al ayuno, y un cuestionario de salud para entregar el primer día cuando me visitara el médico. La dieta tal cual no la pude seguir, pero no me preocupaba porque mi alimentación es totalmente limpia. Pero sí aconsejaría a cualquier persona que no siga una alimentación SEN que hiciera caso de las recomendaciones dietéticas pautadas, a fin de conseguir un ayuno agradable como el que pude vivir yo. Pude observar en el ayuno la diferencia entre las personas que lo habían hecho y las que no, y sin duda, es mucho mejor que los días previos se siga una alimentación preparatoria.

Llegué a la casa donde pasaría 6 noches el domingo por la tarde. Al llegar estaba Damien y Enric, con una gran sonrisa y una cálida bienvenida. Después de dejar la maleta en la habitación pasé por el chequeo de biompedancia y el médico. Diagnóstico: Estás estupenda, y puedes hacer el ayuno.

En total éramos 16 participantes, y algunos venían incluso de Londres y Francia. Durante la primera toma de contacto entre todos nosotros se podía notar nervios, curiosidad, prejuicios, miedo, inquietud e inseguridad, pero también muchas ganas de vivir la experiencia al máximo, dejarnos llevar y confiar en los profesionales que nos hacían sentir que estábamos en muy buenas manos. La mayoría éramos mujeres, pero entre nosotros también había dos hombres valientes con ganas de cuidarse un poco más, dar un reset a su organismo e incorporar nuevos hábitos de alimentación más saludables.

Antes de tomarnos nuestro primer caldo preparado con mucho amor por Damien y Enric, nos dieron a beber un sobre de sulfato de sodio junto con un vaso de agua, para que nos ayudara a ir de vientre, limpiar y evacuar restos de heces. Es bueno empezar el ayuno limpios. Yo misma me había hecho una hidroterapia de colon unos días antes. Y también nos entregaron un dosier con información sobre alimentación saludable y una hoja donde cada mañana anotaríamos nuestra presión, el pulso, la energía que sentíamos, cómo íbamos de vientre y cualquier otro comentario adicional que quisiéramos.

Los días pasaban muy rápidos, porque nos tenían activos y entretenidos para que, por una parte, no pensáramos en la comida y, por otra parte, ayudáramos al cuerpo a movilizar y eliminar toxinas. Lo primero que hacíamos por la mañana en grupo era una clase de yoga, o pilates o estiramientos. Después de la clase llegaba el momento delicioso: bebíamos un zumo de manzana, zanahoria, hinojo y jengibre mientras tomábamos los primeros rayos de sol. Con la energía del zumo nos íbamos a hacer senderismo durante toda la mañana. Para mi, el mejor momento del día: actividad + naturaleza. Llegamos incluso a hacer 13 kilómetros algún día! Al llegar de nuevo a la casa teníamos horas libres o bien alguna terapia opcional. Yo personalmente escogí hacer un día masaje linfático, otro día reflexología podal y el último día un masaje relajante. Muchos de los participantes hicieron sesión con un coach y les fue genial! ¡Qué maravilla hacerse estos regalos a uno mismo! A partir de las 18h siempre teníamos alguna actividad, taller o charla en grupo, que duraban aproximadamente dos horas. Al terminar la actividad nos bebíamos juntos entorno a la mesa el maravilloso caldo, mientras compartíamos reflexiones, experiencias, sentimientos… Y por la noche veíamos algún documental o película relacionado con alimentación y estilo de vida. Todo muy bien pensado, organizado y dirigido.

El último día, el viernes, nos volvimos a repetir las pruebas de biompedancia para comparar el peso, la grasa y el agua respecto al día de llegada. Yo me quedé tranquila porque a pesar de haber perdido peso seguía teniendo unos valores de grasa y agua óptimos, y el resto de mis compañeros estaban súper contentos porque habían perdido peso y grasa, y aumentado la masa muscular. Después del “chequeo” y de bebernos el delicioso zumo hicimos un taller de cocina. Después de unos días sin tan siquiera sentir mucha necesidad de comer pudimos disfrutar de unos auténticos platos SEN: espaguetis de calabacín con salsa de aguacate, paté de remolacha, crema de zanahoria y calabaza, ensalada de espinacas y fresas… y compota de manzana de postre, que a pesar de que se veía deliciosa no la probé porque me sentía ya muy saciada.

Me despedí de los compañeros de ayuno, que no parecían los mismos a los que saludé a mi llegada. Sus rostros ahora se veían llenos de luz, paz, serenidad y mucho más brillo. Todos estaban encantados con la experiencia, y con muchas ganas de seguir en sus casas unos hábitos de vida y alimentación SEN. Allí dejamos emociones que teníamos estancadas, lloramos juntos, reímos y disfrutamos del detox mental, físico y emocional. Además, lo importante es que sin duda, durante todos los días, recibimos la suficiente información, apoyo y coaching para que la experiencia fuera un punto de partida para un cambio real, profundo y progresivo. Pero claro, una vez en casa, nuestra salud está en nuestras manos. Es evidente que nadie va a cuidarse por nosotros, así que cada uno es responsable de lo que desea hacer a partir de ahora. Yo lo tengo muy claro: continuar con la alimentación SEN que llevo siguiendo desde hace 3 años, estar más en contacto con la naturaleza, no dejar de lado el ejercicio físico y respetar mis ciclos de descanso.

Si deseas ir a vivir esta experiencia no dudes envíame un email a info@nuriaroura.com o ponte en contacto directamente con ellos y les dices que vas de mi parte. De esta manera podrás beneficiarte de un descuento 🙂